Castrillo de los Polvazares
Durante el viaje hacia el Bierzo hicimos una parada en un pueblo que nos habían recomendado muy cerca de la ciudad de Astorga: Castrillo de los Polvazares.
Un pueblo perfecto en su estructura de piedra rojiza. Con casas de altísimos muros, puertas con arcos de medio punto, fachadas tratadas con mucho esmero rozando casi la coquetería, calles amplias y patios interiores. Todo empedrado creando, en conjunto, la perfección absoluta.
En esta villa vivieron familias enteras de los llamados maragatos. Aquellos que comenzaron a transportar el pescado desde Galicia en mulos hacia el interior de Castilla y que terminaron por acarrear cualquier clase de alimento, telas, muebles e incluso, dinero. Los maragatos eran muy honrados.