Una construcción imponente
Si ves el Castillo de Javier desde fuera, sólo puedes definirlo como imponenete. Es enorme, y la iglesia que tiene adosada en una de sus partes le da un toque genial y de enorme bella.
Por dentro, el Castillo es ahora un museo dedicado a Francisco Javier, donde se cuenta su vida y se muestran regalos y pinturas que recibió durante sus viajes y que se han ido recuperando a lo largo de los años.
Algunas de estas piezas están asombrosamente restauradas y es muy interesante ver fragmentos de otras culturas con siglos de antigüedad, desde tan cerca.
Particularmente es mi punto
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