Castillo de Cahir

Cada vez que vemos una película ambientada en la época medieval y vemos los impresionantes escenarios que aparecen en la cinta, ya sean naturales o arquitectónicos, rápidamente pensamos en lugares como Irlanda, Escocia o Inglaterra, ya que son, junto con España e Italia, los países que mejor conservan este tipo de construcciones, sobre todo castillos y fortalezas.

El de Cahir no iba a ser menos, y en su currículum encontramos películas como "Excalibur", "Braveheart" o " Barry Lindon".

Yo diría que la mayoría de los viajeros que visitan Irlanda, en coche o en autobús, pasan de largo por Cahir sin darse cuenta de que dejan atrás uno de los más grandes y mejor conservados castillos del país.

El castillo de Cahir tiene el aspecto del clásico castillo de cuento, con sus torres, su foso... y es que lo es, o a mí me lo pareció :).
Quizá porque puedes visitar su interior y pasear por sus estancias libremente... (bueno, después de pagar 6 € de entrada).
Estancias reconstruidas, cuidadas y ambientadas como debían de ser en los tiempos en que se vivía en estas fortalezas. Austeras, algo frías, y sin embargo majestuosas. Seguramente más cálidas cuando las enormes chimeneas estuvieran encendidas.
Todos los sueños que siendo niña pude tener, imágenes que construía en mi cabeza leyendo los cuentos o escuchando las lecciones de Historia sobre la Edad Media, los reviví aquí, asomándome a sus ventanas de cristales emplomados, o entre las almenas, subiendo y bajando escaleras de piedra, descubriendo una pequeña habitación circular, o sentándome en las ventanas con asientos de piedra donde seguramente las damas pudieran pasar allí las tardes de invierno en busca de luz, o claridad... o en busca de cotilleos al divisar las calles del pueblo, o simplemente bordando.