Castillo de Jindřichův Hradec

Es una de las residencias aristocráticas más suntuosas de la República Checa (el tercer castillo más grande del país después de los de Praga y Cesky Krumlov), se extiende en una superficie de 3 hectáreas y tiene 320 aposentos (para cerrarlo se necesita un manojo de 500 llaves).
Del castillo podemos destacar un pozo situado en uno de los patios cubierto por una preciosa reja (las varas metálicas configuran una especie de corona), también se puede visitar el pabellón musical Rondel, una joya del manierismo europeo, construido a finales del siglo XVI, una obra arquitectónica única con singulares elementos decorativos de estuco dorado.