Casco Histórico de Toledo

El casco histórico de Toledo es uno de los más bellos de España. La ciudad está en un promontorio, rodeada por el río Tajo, ofreciendo una estampa espectacular. Además, en su centro hay más de un centenar de monumentos. Ahí están presentes diversos estilos artísticos, que casi se puede decir que configuran un monumento de urbanismo. Hablamos de una ciudad que no admite comparación. Cuenta con más de 2.000 años de historia, siendo un claro testimonio de los encuentros entre las diversas culturas que han pasado por sus calles.El casco histórico de Toledo está repleto de iglesias y edificios, civiles y religiosos y de variados estilos.

Toledo merece la pena... sus calles, sus murallas, sus vistas desde los Cigarrales, sus escaleras mecánicas hasta el centro, su Catedral... las tiendas de souvenirs ¡y los mazapanes! No puedes dejar de visitarla y descubrir sus rincones más conocidos y explorar tus propios rincones. Nosotros fuimos con nuestro hijo de 6 años, al que le encantó la ciudad. El paseo en el trenecillo turístico también es muy recomendable, así como ver con tus propios ojos el "Entierro del conde de Orgaz" del Greco. Muchas cosas que ver, callejuelas peatonales, espadas por doquier...una ciudad por ver

Se puede llegar tomando un tren que sale de atocha, lo que si deben sacar el boleto unos días antes porque suele ser bastante concurrido. La ciudad es imperdible y nos transporta inmediatamente verla muchos años atrás en el tiempo. Vale perderse en sus calles poco concurridas si se va un día de semana. Puede tomar hasta un día recorrerla, tiene muchas subidas y bajadas lo cual hace a veces más lento el recorrido además que tiene mucho por ver. Súper recomendable.

Toledo esconde un misterio, una historia, en cada calle y en cada rincón. Ciudad para visitar en familia, como interés cultural y arquitectónico. Lo ideal es llevar calzado cómodo y una cámara de fotos. Sus calles son angostas por lo que es recomendable olvidarse del coche para visitar la ciudad. Está muy bien comunicada, por lo que ello no constituye un problema real. Es una ciudad con muchas cuestas y recovecos y, aunque nos hará cansarnos físicamente, también nos deleitará con multitud de historias y misterios. Existen rutas turísticas que abarcan, desde las dedicadas a la naturaleza, pasando por las culturales (destacar su historia templaria) hasta las más mágicas y misteriosas, las cuales se organizan por la noche, en la silenciosa y fría, muy fría, noche toledana.

He recorrido Toledo más de 10 veces y siempre conozco lugares nuevos y vistas hermosas. Nos hemos quedado con mi esposo 3 noches en Toledo para hacer las varias rutas. Hicimos la ruta de los Templarios, que aprendes, la parte de la historia que desconocemos, perfecto. Nos llovió, pero aún ,así eso le dio más encanto. Hicimos la ruta nocturna conociendo las cuevas a las que nadie entra y a las que nos enteramos que dos de las que visitamos la cerrarán al público porque están muy deterioradas. Visitamos el interior del Alcázar, demasiado grande y con mucha historia para recorrerla en un día. Eso