En la frontera.
El comercio de Elvas suministraba en años anteriores una importante cantidad de café, artículos de lana, mantelerías y porcelana de Macao a los turistas españoles que cruzaban la frontera de Portugal antes de su imcorporación a la CE.
Su Pousada ofrecía unos suculentos menús a unos precios bastante asequibles.
Hoy en día, Elvas ya no tiene el importante movimiento de épocas pasadas pero mantiene en unas buenas condiciones su centro histórico y, sobre todo, su castillo medieval. El acueducto sigue mostrando su imagen imponente en las afueras del pueblo.