Cristina E Lozano
Si me lo cuentan no me lo creo
No te extrañe si cruzando un parque en Sliema o en otra localidad maltesa encuentras unas casitas verdes demasiado grandes para ser palomar bajo cuyo techo, tapado con plásticos para que no se mojen, se guardan multitud de mantas y otros utensilios. Son 'comodidades gatunas'.
Resulta que un hombre al que todos conocen como ‘catman’ (el hombre de los gatos), viene a diario a este parque para abrir esas casitas y extender sus mantas sobre los bancos. ¿Su objetivo? Prepararlo todo para que los gatos de la isla puedan pasarse el día lamiéndose y dormitando cómodamente al sol. También les sirve comida y bebida y, cuando llega la noche, vuelve para guardar todo esto en su lugar.
Los gatos, por su parte, maúllan estar encantados y no se asustan cuando ven aparecer humanos alrededor. No se vosotros pero yo lo tengo decidido. En mi próxima vida quiero ser gata en Sliema.
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