Decepcionante
Fuimos un grupo de 22 personas (incluidos 4 niños y un bebé). Cuando llegamos la casa estaba helada, hacía más calor en la calle que dentro, cuando lo normal cuando llegas a una casa rural es que el propietario se haya preocupado de tener la casa algo caldeada. La bomba de calor de la planta baja no funcionaba. Ya por la noche, bastante tiempo después de que avisáramos para que se acercaran a darnos los impresos que teníamos que rellenar, pusieron el suelo radiante, que no se calentó hasta bien entrada la madrugada. En efecto el menaje de la casa era muy escaso, ni una jarra para servir el agua, los cuchillos no cortaban NADA, así que tuvimos que usar las navajas que llevábamos.