Ha sido una estancia muy agradable.
La casa consta de tres plantas: Una planta baja con un comedor con chimenea, sofás, mesas y servicios, el primer piso dónde viven los propietarios y el segundo piso con las habitaciones.
Las habitaciones no son muy espaciosas, pero esta pequeña carencia se suple con un mobiliario muy práctico y agradable. Destaca la limpieza, tanto de la habitación como del baño, y las dimensiones generosas de la ducha.
El trato es muy correcto, y se respira tranquilidad y silencio por toda la casa. Ideal para recuperar fuerzas de las preciosas excursiones que se pueden realizar por la zona, para las cuales se ofrecen multitud de ofertas y folletos en el mismo comedor.