Casa Rural La Almazara De Valdeverdeja

Estuvimos este verano en La Alamazara de Valdeverdeja, mi mujer me dio una sorpresa muy agradable, ya que todo fue genial.

Nada más llegar impresiona un poco, ya que es un terreno muy extenso. son casas individuales, y hay diferentes tipos, no recuerdo como se llama en la que estuvimos nosotros, pero lo que no se me olvidará nunca es el jacuzzi y el desayuno del domingo.

El Relax, es debido a que no se escucha ni un ruido, está en un pueblo muy tranquilo, y al menos en los días que estuvimos allí, no escuchamos ruidos de ningún vecino.

En cuanto a la intimidad que te da estar en una casa individual y que nadie te moleste para ver si todo va bien. El personal fue muy atento, pero sabía perfectamente cuando serlo, y cuando dejarte a tu aire para que disfrutaras de la estancia.

Se trata de un complejo formado por diez bungalows repartidos por 21.000 metros de parcela. Es el lugar ideal para quienes quieran pasar unas vacaciones tranquilas en medio de un entorno de naturaleza, paz y armonía. Ofrece a sus huéspedes una gran variedad de servicios. Hoy en día aún se pueden encontrar las antiguas máquinas de Moler la Aceituna en la cafetería de esta casa rural.

Cuando entras a la "casita" realmente te sorprende, mucha amplitud, todo al detalle y decorado con muy buen gusto.
El jacuzzi en la misma sala que la cama era una pasada, y tener el albornoz y las zapatillas a mano, fue una grata sorpresa. Las alfombras por toda la estancia lo hacían todo muy acogedor.
Por la mañana nos trajeron el desayuno a la terraza de la habitación con total discreción, todo un lujo poder desayunar al solecito en pleno noviembre. El trato del personal correcto.
Los únicos puntos a mejorar, según mi opinión, seria que el gel/champú resulta escaso, el mango de la ducha era muy antiguo y salía el agua para todos los lados (uno nuevo cuesta 3 euros. Para lo que cuesta la noche en la habitación deberían de actualizarlo). Y por ultimo, el wifi, que como suele pasar en cualquier hotel, no deja ni ver un vídeo de Youtube (sin más).

Las habitaciones están rodeando el patio de esta preciosa casa, por donde sube el olor al romero y la lavanda que hay plantados.

Además, los exteriores del hotel son unos amplios jardines con piscina donde disfrutar de una agradable velada en contacto con la naturaleza.

El restaurante basado en la caza y la bodega, ideal para reuniones o tomar unas copas después de la cena, son dos valores más de este cálido hotel.