Casa encantadora para grupos grandes
Somos un grupo de 15 personas, que cada año por estas fechas, solemos reunirnos un fin de semana con la excusa de buscar “bolets”. Dada la climatología de esta temporada, nos animamos igualmente a última hora, encontrándonos todas las casas rurales ocupadas. Por casualidades de la vida e in extremis, encontramos Can Soler vía Google Maps. Desde el primer contacto con los dueños, todo fueron facilidades y sobre todo, un trato muy cercano.
Consiste en un “mas” recién recuperado con mucha sensibilidad (inaugurado en verano), algo retirado del pueblo y con unas vistas privilegiadas del valle. Está compuesto por tres casas independientes totalmente equipadas, que en función de las necesidades de los distintos huéspedes, puede reagruparse fácilmente en dos o una vivienda (véanse los planos de la web para entenderlo mejor). En nuestro caso, ocupamos la totalidad de la casa. Las habitaciones son todas amplias, con calefacción y baño completo, lo cual te hace sentir más bien en un hotel (sábanas, manta y toallas incluidas). La zona comunitaria es igualmente generosa y acogedora, tanto cocina, salón, comedor, aseo y escalera principal.