Restaurante correcto, económico y céntrico.
Estuvimos sólo unas horas en Ribadesella y paramos aquí porque era el que más gente tenía. Llegamos temprano así que no había que esperar mesa. Estaba lleno, fuera y dentro. A pesar de eso, el servicio excelente; muy rápido. Los platos estaban bien cocinados, y las cantidades eran acordes a lo que suele ponerse con un menú. De postre fruta y yogurt. El menú cuesta diez euros y hay muchos platos donde elegir, casi que te vuelves loco. Os lo recomiendo.