Buen restaurante situado al final de la carretera, es una caminata desde la plaza de la iglesia, desagradable más que nada por la intensa circulación de esta calle que atraviesa la localidad.
A la derecha, en la barra, se distribuyen tapas y pinchos que puedes comer ahí, o en el interior del restaurante cuidado en su decoración y con una amplia carta.
Amable servicio y recomendar las cocas de la zona, buenísimas, así como las deliciosas croquetas de jamón.
Mala experiencia culinaria la que he tenido esta noche en Casa Eusebio.
Ya de por sí, al entrar teníamos nuestras dudas. El local completamente vacío. Nos abren el comedor a nosotros. Comimos en plan tapeo, 8 comensales, de los que tres son niños.
Casi 150€ en total. Los niños un plato al centro con tres salchichas y unos trozos de entrecot con patatas, 26€, 8 anchoas a 10€, una ensalada que en carta venía a 9€ nos la cobran a 15 euros.
Muy mal, y sin argumentos al pedir explicaciones. Así, no les auguro futuro alguno, y menos intentando cobrar de más a turistas que vienen a disfrutar de una buena cena en un restaurante que tiene unos precios en carta y cobran lo que quieren. Ahora ya sé porque no había nadie en el local.
