Cuenta la leyenda, bajo mi propia...
Cuenta la leyenda, bajo mi propia interpretación, que un conquistador aventurero y ya mayor se casó con una joven dama y vivían en un palacio. Él, celoso por guardar la belleza de su mujer, decidió que sus ausencias ella permaneciera encerrada en el palacio.
En uno de sus viajes, y harto de las quejas de su mujer, le compró un mono para que entretuviese sus horas de tedio. Pero la mujer ya había encontrado otros entretenimientos entre las cuatro paredes cerradas con llave de doble vuelta que constituía su casa. Así que el mono compartió la tarea de entretener a la señora con un criado.