Un tesoro en el centro de Sevilla
Tesoro arquitectónico ubicado en pleno centro histórico de Sevilla y que puede pasar desapercibido a ojos de turistas desinformados dado que por fuera no aparenta ni mucho menos lo que alberga su interior. Tu visita a esta casa, o palacio, debe ser absolutamente imprescindible, ya no solo por su indudable valor arquitectónico sino por las historias tan extraordinarias que esas paredes han sido testigo.
Se comenzó a construir en 1483, debe su nombre a un Vía Crucis que comenzó a realizarse desde esta casa hasta la Cruz del Campo, tradición que se repitió con el paso de los años dando origen a la actual Semana Santa sevillana, y fue Don Fadrique Enríquez, el que tras una peregrinación que realizó hasta la ciudad Santa de Jerusalén, combino 2 estilos, mudéjar e italiano, debido a una serie de ideas que tomó a su paso por Italia y que junto al estilo mudéjar sevillano de la época, logro esa combinación de la que hablamos y que el interior de la casa podemos ver.