Anna Girona
Verano de lujo
Caminas por una estrecha calle de edificios de tres plantas donde apenas entra la luz, casco antiguo de Cadiz, de repente, casi al final de la calle ves una puerta azul intensa y un manilla antigua que te invita a llamar, un simpático francés te abre la puerta, tus ojos se acostumbran a la penumbra y allí esta, casa caracol, la puerta se cierra, miras al recepcionista y todos los papeles que hay detrás, miras a tu compañera de viaje y es entonces cuando te sientes en casa, tu casa, casa caracol. De aspecto antiguo, típica casa de Cadiz, con arco de piedra, recuerdos de viajeros, una simpática cocina y gente que viene y va.
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