Ana Valien
Tranquilidad y relax
Ya de por sí el Cabo de Gata es un lugar con muchísimo encanto. Pero si a un fin de semana de buen tiempo, playas vírgenes y pueblos pesqueros con encanto se le añade una estancia en Casa Biank, la experiencia gana mucho.
La casa destila sencillez, con terrazas, estudios y apartamentos construidos en piedra, mármol y paredes encaladas, dispuestos en torno a un jardín de flores, palmeras y muchos cáctus.
Los estudios, de techos muy amplios, están equipados con una cocina muy adecuada, un baño sencillo y camas grandes y cómodas. El mobiliario y menaje estaban perfectamente seleccionados. Nada sobraba, y todo tuvo su utilidad. Cada estudio tiene una terraza individual con mesa, sillas y una hamaca.
En pleno jardín, varias terrazas descienden hasta los estudios del nivel inferior, y como únicos habitantes grandes tortugas y los pájaros. Las terrazas daban una amplia variedad de elecciones para relajarte a primera hora de la mañana o por la tarde. Las vistas desde la terraza superior son muy amplias y especialmente relajantes desde la hamaca.
No admiten niños ni animales, para evitar que se rompa la quietud general del lugar. Es ideal para desconectar.
No admiten niños ni animales, para evitar que se rompa la quietud general del lugar. Es ideal para desconectar.
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