Preciosas terrazas
Lo que más me gustó de mi apartamento en el Carpe Diem Cadaqués fue la terraza. Una terraza exterior con vistas al mar de día, y a un cielo estrellado inmenso de noche. Supongo que lo del cielo estrellado inmenso depende de la noche, de si está o no despejada. Yo debí tener suerte y fue una gozada. ¡Veía Júpiter desde el balcón! Me encantó. Podría haberme pasado horas en la silla mirando hacia arriba.
A parte de eso, el complejo de apartamentos está chulo. Al estar en alto tiene muy buenas vistas sobre la población, por lo que un panorama de blancas casitas es lo que te espera al llegar a la ventana. El salón comedor de mi lugar era enorme, y tenía una cocina abierta (al salón) con todo lo necesario para hacer de aquello un hogar. En la cafetera un par de cápsulas listas para tomar un café o un chocolate.
Las habitaciones del Carpe Diem Cadaqués son sencillas y cómodas, sin lujos. Están pensadas para dormir. Eso sí, en el baño encontrarás las amenities necesarias para ese momento de ‘ups, se me olvidó el champoo’ y ‘ups, se me olvidó el secador y si no me seco el pelo pasaré frío porque hace viento’. Esta gente está en todo.
Una última recomendación. Compra desayuno y desayuna en tu terraza. No encontrarás sitio mejor. Café con vistas al mar asegurado.
