Capitan Tximista

El sitio es bonito, natural y tranquilo, retirado, junto a un arroyo, en una vaguada con bosque y hierba. Está en una ladera del monte Jaizkibel y se puede llegar caminando por pistas o senderos en poco tiempo a varios sitios interesantes: marismas, santuario de Guadalupe, ... Por dentro el albergue está bien (es un antiguo molino que conserva la maquinaria, que se puede ver) y no le falta de nada. Eso sí, hay un baño que huele mal y algo de ruido en las habitaciones por alguna máquina de la planta baja (comedor y bar). El desayuno puede parecer algo escaso. Los chicos que lo llevan son jóvenes y con suerte aprenderán a mejorar el servicio y trato con los clientes. ¡Buena suerte!