El río que creó la cueva de las manos
La excursión a la cueva de las manos se puede hacer directamente en coche hasta la entrada o con un pequeño trekking de 5 kilómetros que atraviesa el cañadón del río Pinturas, el río que creó la "rotura" en la que se encuentran los abrigos de la cueva de las manos.
Es un paseo sencillo que permite preparase para la cueva y que nos acerca un poco más si cabe a ese paisaje patagónico en el que el agua marca la diferencia entre lo más árido y el verde más intenso. Junto al lecho del río hay muchos árboles, entre ellos el típico calafate patagónico con sus frutos morados usados en repostería.