El Campanile de la catedral de San Marcos es el edificio más alto de Venecia, y como tal ofrece las vistas más espectaculares de la ciudad.
Recomiendo ir a primera hora de la mañana (las visitas comienzan a las 9:30), para evitar las colas que se forman, porque desde luego las vistas merecen la pena. Cuesta 6€ por persona y cuenta con un ascensor por que no aparece escalar los muchos escalones que tiene :-)
En 1902 la torre se derrumbó y, diez años después, fue reconstruída con la misma forma. Como si la naturaleza no quisiera que que dejara de existir la Basílica, la misma a pesar de su cercanía no sufrió daños considerables.
Desde lo alto del Campanario se puede ver toda Venecia: la Basílica de San Marcos, la Iglesia de la Salute, San Giorgio y, si el día es favorable, incluso podréis ver algunas islas cercanas como Murano. Estaría de más decir que se aprecia todo el paseo de san marcos.
En fin vistas agredables e impresionantes desde el mirador del campanario.
La cola en fin de semana es bastante larga, pero merece la pena, la entrada vale 8€.
La vista desde arriba es increíble por los 4 costados, ninguno de ellos tiene desperdicio, la vista de plaza san Marcos es increíble.
Un lugar digno de recordar y guardar en el corazón.
Se pueden hacer muy buenas fotos panorámicas.
Desde lo alto se ve toda Venecia.
