En Semana Santa del 2008 y tras meses...
En Semana Santa del 2008 y tras meses de duro trabajo recogiendo ropa, medicinas y diversos productos de primera necesidad, organizando conciertos y diversos eventos para recaudar fondos nos dirigimos con toda nuestra ilusión y ganas a los campamentos de refugiados de Tindouf, en el Sahara Occidental.
Nos encontramos un desierto desolador, donde vive gente de ninguna parte, arrancada su tierra y su identidad, solo les quedan sus grandes sonrisas, su generosidad, y sus ganas y empeño por recuperar aquello que un día les fue robado,su identidad,su tierra, su esperanza.
Fueron ocho días absolutamente inolvidables, que quedarán para siempre en nuestra mente y nuestros corazones.
Nosotros llevamos ayuda humanitaria, dinero para restaurar la cocina de un centro para ciegos, dimos clases de español...Hicimos mucho, paro ellos sin nada, nos regalaron sonrisas, cariño, amistad , y lecciones de humanidad, algo que el dinero nunca podrá pagar.


