Bonito rincón situado en una pequeño islote, unido con un puente. Situado entre la playa y el famoso Rocher de la Vierge.
Las vistas son preciosas al mar, la playa de Biarritz y el faro.
No hay nada como sentarse relajadamente en uno de sus bancos y escuchar el romper de las olas en las rocas.
Es un sitio muy agradable, desde donde se ve toda la playa y se puede disfrutar de unas puestas de sol maravillosas. Muy recomendable ir por la tarde en verano a pasar las horas mientras te relajas escuchando las olas del mar.
Un sitio que me sorprendió!
Probablemente uno de los monumentos más importantes de Biarritz es la estatua de la Virgen y el Niño sobre una roca en medio del mar, con un puente metálico que llega hasta ella. Acércate para ver la bonita vista de esta escarpada costa y del Puerto Viejo (Port Vieux) de Biarritz.
El puente, por cierto, es obra de Gustav Eiffel. Y su color blanco claro se dice que es símbolo de una luz brillante que protege a los marineros.
Eso fue lo que pensé mientras cruzaba el puente. Mi experiencia en Biarritz fue corta, de sólo unas horas, ya que no había mas tiempo, pero, sinceramente, el paisaje me dejó impresionada. sabía que Biarritz era el lugar favorito de algunos políticos para pasar sus vacaciones, pero ¡Madre mía! Qué preciosidad...
En general, toda la zona del Pays-Basque francés es preciosa, así que si están por la zona, no pierdan la oportunidad de vivir esa experiencia tan sublime.
