Pasea relajadamente por las plazas de Armas, del Regocijo, visita el precioso patio del Paraninfo Universitario, pasate por la casa de Inca Garcilaso...observa la base de todas las construcciones, esas piedras perfectamente talladas y encajadas son obras Incas que a dia de hoy siguen siendo los cimientos de construcciones actuales.
Rodeado de montañas y con alguno de su barrios en las laderas de esos montes, el centro histórico de Cusco en un lugar de singular belleza.
Plazas a las que asoman magníficas iglesias, calles que dan acceso a preciosas casas coloniales con un patio interior rodeado de puertas que antes daban acceso a viviendas y hoy en muchos casos se han convertido en bonitos y confortables hoteles, y en otros, en tiendas o agencias de viaje.
Vale la pena caminar por esas calles empedradas sin rumbo fijo y asomarse a curiosear que hay tras cada puerta que el viajero vea abierta.
En esta calle se pueden observar claramente como era Cusco antes de la invasión que sufrió, la cual destruyó gran parte de las construcciones de la ciudad... Aquí se observa como gran parte de la ciudad permanece enterrada, encontrándose ruinas y vestigios de lo que construyeron los Incas para estableces a Cusco como la capital de ellos.
Esta en muy buen estado de conservación, es realmente pasear por un museo a cielo abierto y que esta ubicado a pocos pasos del la plaza de la ciudad.
Inspiración en vena. Color blanco y azul por todas partes, balcones labrados en madera como nunca antes lo habíamos visto, y gente allá donde mires. Sentarte en cualquiera de los bares de la plaza de armas y ver pasar la vida alrededor, imprescindible en el casco histórico de Cuzco.
