De lo más curiosas
No sé por qué, pero siempre que uno visita una ciudad con mar (imagino que sobre todo si el que lo hace es de otra ciudad que no tiene), lo primero que le pide el cuerpo es justo eso, acercarse al mar. Y eso hicimos. Bajando por el centro de Vigo, nos topamos con la Calle de las Avenidas, justo a la altura del club náutico. Y nos dimos un paseo por allí.
Lo que más me sorprendió de esta zona son las esculturas que hay esparcidas a lo largo del paseo. De lo más curiosas. Sobre todo, la de Julio Verne y el pulpo gigante.