Caldeira Velha

Cerca de la localidad de Ribeira Grande, en la carretera EN 5-2A en dirección a la Laguna Das Fogo se encuentra un espacio natural reconocido como monumento regional de las Islas Azores.
En este lugar poder encontrar una vegetación muy variada y exótica. Desde bosques de laurisilva a numerosos líquenes que bordean las orillas de los pequeños riachuelos que transcurren por la zona.
También alberga lagunas y estanques de aguas termales, como en el caso de la Caldeira Velha en la que encontramos una cascada que fluye por la roca hasta una laguna de aguas calientes de color esmeralda.
El agua deja el reflejo de su paso en la roca que se vuelve de un color anaranjado rojizo. Si a esto se une el verde intenso de la vegetación que la rodea entendemos el por qué del nombre de esta laguna.

En la isla de Sao Miguel, en Azores, y aunque no sea un destino de “sol y playa”, existen muchas opciones para disfrutar del agua y del baño. Una de ellas son las piscinas termales que se encuentran en el interior de la isla, como CALDEIRA VELHA, cerca de Lagoa de Fogo.

Tiene dos zonas. La primera que te encuentras tiene el agua a unos 38 grados centígrados, y tiene poco fondo (calculo que no más de 70 cm). Es muy relajante sentarse dentro de esta pequeña poza un rato, que será más o menos largo dependiendo de lo que cada uno aguante a esa temperatura. Sin duda el “spa” más natural en el que he estado en mi vida, lo que explica, junto con que era julio, que estuviera permanente lleno durante el tiempo que duró nuestra visita…. no iba a ser todo perfecto!

La otra zona de baño tiene una temperatura de unos 22 grados, cubre más y ocupa una extensión también mayor. Una pequeña cascada cae al fondo alimentando a la cascada. A diferencia de la anterior poza, con un poco de paciencia pudimos bañarnos prácticamente solos.

Caldeira Vellha o Caldera Vieja en español es uno de los lugares más populares de la isla, y es monumento natural. Se llega por la carretera que baja desde la lagoa do fogo a Ribeira Grande, y lo que nos encontramos, después de un corto paseo por una pasarela de madera entre vegetación muy espesa y de aspecto cuaternario, es una poza de tamaño medio en la que cae una cascada de agua fría.

Estás rodeado de helechos gigantescos, que sólo había visto de este tamaño en Nueva Zelanda, y es un lugar perfecto (y gratuito), para terminar un intenso día en el que recorrimos gran parte de la isla,

Posibilidad de baño en agua caliente.

El agua de la piscina pequeña muy calentita.