APARTE DE LOS GLACIARES DEL CALAFATE
Llegar al Calafate sin tiempo para organizar ninguna de las excursiones de un día que se hacen desde la zona para visitar los glaciares no es en absoluto un contratiempo.
Los paisajes que ofrecen sus alrededores son una delicia por lo agreste del terreno, su semiaridez, la soledad…
Como llegué a las 11 de la mañana me informé y contraté una visita a uno de los cerros que se sitúan detrás de la villa y que se hacen en camiones especiales con tracción a las cuatro ruedas. Se salía a las 2 de la tarde, con lo cual me daba tiempo a saborear el maravilloso cordero patagónico y digerirlo durante la grata excursión.
La subida tiene mucha pendiente y ofrece unas vistas maravillosas del lago Argentino, de la cordillera andina, y de la población. En los días claros, como este que me tocó, se pueden ver los picos del monte Fitz Roy. La parte superior del cerro está lleno de formaciones rocosas erosionadas de formas muy caprichosas que hacen que el lugar parezca estar encantado. El cóndor también es habitual de la zona y un ejemplar fue ascendiendo sin aletear, planeando lentamente desde el nivel del lago hasta situase por encima nuestra.
Te dan un mate y unos alfajores en una tienda de campaña. Ese día había restos de nieve lo que le daba mas encanto a la cima del cerro.
Os lo recomiendo y os acompaño unas fotos de las maravillas que pude disfrutar y que espero que algún día podáis visitar todos.


