Belleza en estado puro
Desde el Mirador de la Cruz del Portitxol podemos disfrutar de unas maravillosas vistas que nos dan una idea de lo que nos vamos a encontrar. Tras haber fotografiado el impresionante paisaje, comenzamos a descender a pie, tomando el sendero de la derecha. El paseo es muy agradable incluso para los que no sean muy amantes del arte de caminar y en tan solo 20 minutos, más o menos, llegamos a Cala Barraca.
Allí descubrimos una playa de grava y piedras que suele estar poco concurrida, exceptuando los meses de julio y agosto, ideal para aquellos que huimos de las aglomeraciones y buscamos un poco de tranquilidad.
Si por algo se caracteriza esta cala, de unos 900 metros de longitud, es por las antiguas casas de pescadores que hay en ella, que le dan un toque especial. Además se puede tomar una refrescante cerveza en esos meses de máximo calor en el bar que encontramos en la parte superior.
Por tanto, si lo que se desea hallar es relax y belleza en estado puro, este paraíso de la costa alicantina es un gran descubrimiento.
![](https://images.mnstatic.com/d3/de/d3de5c9607391c329ba91500d62307d7.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/ec/f9/ecf923866753934139b5ea60bd49f74f.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/14/ec/14ec2b0c54593ee8c1c7d604d8d27bf2.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)