Es realmente espectacular poder salir...
Es realmente espectacular poder salir de las cuatro paredes de nuestra habitación, cuyo nombre es Santiago y las paredes son las cadenas Montañosas de Los Andes y La Costa, que tanto nos protegen y albergan brindándonos un espectáculo albo en invierno, obligándonos a detenernos en nuestra rutina para contemplar un cuadro artístico, una verdadera obra maestra, legada a nosotros tras el derramamiento desangre de nuestros mártires patriotas.
A medida que avanzamos hacia el sudeste, nuestra bondadosa madre tierra nos permite observar parte de su imponente manto verde, sorprendiéndonos cada vez más con su hermosura y deleitando nuestros sentidos, la visión por los majestuosos magnolios grandiflora, que nos deleitan con su color blanco invierno en el pequeño pueblo del Canelo. El olfato a través del irresistible aroma de los eucaliptos ya acercándonos a San José de Maipo. La audición por el canto de las aves y el sonido emitido por los cernícalos dándonos la bienvenida a los cerros de Guayacán. El tacto al sentir la tierra fértil que nos proporciona el Valle del Maipo, enriqueciéndonos como nación convirtiéndose en un lugar especial para la cultivación de viñedos. El gusto al probar las exquisitas uvas y degustar el sobresaliente Sauvignon Blanc entre otros vinos del imponente viñedo de Concha y Toro.