ANADEL
Café italiano
Pués recomiendo su capuccino en la terraza, desde donde es una delicia ver a los viandantes de esta animada y coqueta ciudad, todo un descubrimiento.
El menú turístico llama la atención desde la pizarra, es asequible y pasable, la pasta rellena de zucca bien, no tanto los risottos recalentados.
Mejor para tomar un café como solo ellos lo saben hacer y un bollito para merendar a media tarde.
+4