Nada más llegar a Sarria y dejar a mi ...
Nada más llegar a Sarria y dejar a mi acompañante (el labriego que quería visitar a su hermana), me ha sorprendido el tamaño de los edificios del lugar (venía acostumbrada ya a las pequeñas poblaciones de casas familiares y me he topado de pronto con un gigante de la construcción, bloques de pisos franquean la entrada a la ciudad afeando su belleza natural). He salido a buscar pan para comer, cuando de pronto he visto que junto al río, asomaba una terraza, la de la Cafetería Don Pepe. Pues hasta allí me he acercado después de las compras para echar un coca-colo, bajo la sombra de los árboles que hay en la rivera del Sarria (o río Oribio, afluente del Neira, que es afluente del Miño).