Café Pit

This isn't really a budget friendly travel expenditure. It's more of an indulgent, mouthwatering, sensation grasping dining experience that can cost about 30 Euros for a party of two and is just down the street from Igreja Santa Luis. There are a lot of trendy hole in the wall cafés popping up around Lisbon, mostly aimed at tourists, ve are too expensive for the locals, but considerably cheap for visitors. They're kind of pretentious ventures following a formula. You'll see a lot of Tapas bars serving "Tostas" & "Tapas" they're pricey and it's like they're all pulling recipes from the same book. I thought this was going to be one of them; luckily I was just being pessimistic. The café is welcoming, boasting two stories and a kind of laid back atmosphere set on by modest but comfortable & attractive décor, which is kind of how you can describe the food. A contemporary take on traditional dishes that are an eloquent blend of flavors, not overpowered by the salt, fat, or sugar of their ancestors which makes for a meal that is light, filling, and satisfying. Friendlier than most, they'll most likely start off by offering you a "shot of soup" to intrigue your taste buds, a tiny mug filled with a sample of the day's freshly made soup so you know what you're getting. I recommend skipping the tostas, you can find these everywhere. If you love vegetables, I'm a huge fan of their ratatouille as a main dish, it's one of the freshest and tastiest I've ever had & one of the few places in Lisbon to find it. I also recommend the pea soup as a starter, which is light and seasoned to perfection, and won't fill you up too much, leaving room for the delicious main course or a tapas board. The portions aren't Portuguese like, their modest, so if you're use to eating a lot, you may opt for somewhere else. I had a wonderful experience, the staff are genteel folks ve really want you to have a great experience eating the food they're proud to serve.

Esto no es realmente un presupuesto gastos de viaje amistoso. Es más de un indulgente, deliciosa sensación de agarrar experiencia culinaria que puede costar unos 30 euros para una fiesta de dos y está justo bajando la calle de la Iglesia Santa Luis. Hay un montón de agujero de moda en los cafés de la pared apareciendo alrededor de Lisboa, en su mayoría dirigidos a los turistas, que son demasiado caros para los lugareños, pero considerablemente barato para los visitantes. Son una especie de empresas pretenciosas siguiendo una fórmula. Verás un montón de bares de tapas que sirven "Tostas" y "tapas" son caros y es como si todos tirando recetas del mismo libro. Pensé que iba a ser uno de ellos; Por suerte sólo estaba siendo pesimista. La cafetería es acogedora, con dos pisos y una especie de ambiente relajado ambientado en modesto pero confortable y atractiva decoración, que es una especie de cómo se puede describir la comida. Una toma contemporánea de platos tradicionales que son una mezcla elocuente de sabores, no dominado por la sal, la grasa o el azúcar de sus antepasados ​​que hace que una comida que es ligera, llena y satisfactoria. Más amable que la mayoría, lo más probable es que comiencen ofreciéndole un "tiro de sopa" para intrigar sus papilas gustativas, una pequeña taza llena de una muestra de la sopa recién hecha del día para que sepa lo que está recibiendo. Recomiendo saltar el tostas, puedes encontrar estos en todas partes. Si te encantan las verduras, soy un gran fan de su ratatouille como plato principal, es uno de los más frescos y sabrosos que he tenido y uno de los pocos lugares en Lisboa para encontrar. También recomiendo la sopa de guisantes como un plato, que es ligero y sazonada a la perfección, y no te llenan demasiado, dejando espacio para el delicioso plato principal o una tapas. Las porciones no son portugués como, su modesto, así que si vas a comer mucho, puede optar por otro lugar. Tuve una experiencia maravillosa, el personal es gentil gente que realmente te quieres tener una gran experiencia comiendo la comida son orgullosos de servir.