UNA MARAVILLA
Un lugar ideal para recobrar fuerzas tras un intenso regateo en los souqs, jajajaja...
Nosotros subimos directamente por unas empinadas escaleras hasta la terraza, donde picaba bastante el sol por lo que, muy detallistas ellos, te facilitan un sombrerito de paja con el nombre del café para que te protejas (y de paso les publicites...gran idea!!).
Las vistas son espectaculares ya que se puede ver el Alto Atlas al fondo, diferentes minaretes, la Koutoubia y la Place des Épices, rodeada de tiendecillas y repleta de puestecillos donde predominan los cestos y canastos de mimbre. Lógicamente en esta plaza también encontrareis especias, ungüentos, henna, jabón negro y un largo etc.
Nosotros nos pedimos el preciado "whisky marroquí" o "cerveza bereber" (té a la menta) que estaba rico rico, de los más ricos que he probado estando allí, porque aunque sea Marruecos el té a la menta de algunos establecimientos deja bastaaaaaante que desear (como por ejemplo en el Café Glacier). En la mesa de al lado se pidieron unos sandwiches con muy buena pinta.
El servicio me pareció atento y eficaz. Por cierto, aunque te dejan la cuenta en la mesa se paga en la caja de la planta baja.


