Un clásico vienés
Este café vienés es uno de los clásicos de la ciudad. Su bonita arquitectura es ya por si sola un reclamo. En el interior, arcos y columnas, y al fondo, dos retratos del Emperador Francisco José y Sissí. es un buen lugar para disfrutar de un café y una porción de tarta cuando no se tiene prisa (eso sí, sabiendo que será un pequeño lujo pues es más caro eso que comer en Viena en el Café Central).
Si queréis comer barato en este establecimiento con historia, el momento es el mediodía, cuando existe un menú de dos platos por menos de 15 €.