Tiene unos bonitos salones
Este restaurante lo encontramos por casualidad caminando por los suq, sin que nadie nos lo recomendara y nos gustó mucho la decoración interna, así que decidimos volver por la noche a cenar. Luego descubrimos un ambiente aún mejor por la noche, más encantador, por la iluminación, la decoración, el ritmo musical…
Se encuentra en una vieja casa de estilo tradicional pero el interior es precioso. Tiene unos bonitos salones, pero lo que más me gustó fue la terraza en lo alto, con telas y cojines para sentarse con vistas a los tejados de la ciudad. Para mí está decorado con mucho gusto. Los chef son de Roma, con lo cual en el menú puedes encontrar muchos platos típicos italianos, pero también hay una gran carta de platos tradicionales marroquíes, como por ejemplo la pastilla, que probamos nosotros que es como una fina masa de hojaldre rellena, que es a la vez dulce y salada.