ANADEL
En pleno mes de febrero por la noche Peñíscola estaba desierta, tiendas cerradas y pocos sitios para tapear o incluso tomar un café
Este establecimiento es de los pocos que permanecen abiertos, y al final de la tarde estaba concurrido.
Posee una terraza cubierta donde desgraciadamente se puede fumar, y allí tomamos un vermú casero con unas tapas. Hay amplia carta además de tapeo, y vi platos de lo más apetecibles.
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