Cabo de Ortegal

A medida que el estrecho camino trepa por la sierra de A Capelada hacia el Cabo de Ortegal, desaparecen los árboles y los pastos, se hacen más vastos el horizonte y el cielo. Rompe la visión de la inmensa nada un Parque Eólico: Sólo se escuchan las aspas de los gigantes blancos girando al son del viento. Luego la carretera tuerce y baja al pueblo de Cariño, escalonado sobre la Ría de Ortigueira. Desde allí, bordeando la ancha desembocadura, sale el camino hacia el Faro de Cabo Ortegal. Poco a poco empieza la fiesta del mar. Se ensancha, se embravece, bate contra altos paredones, descubre y esconde cuevas con el vaivén de enormes olas.

El faro del cabo Ortegal es un faro moderno, ya que su proyecto data de 1982, y está completamente automatizado desde sus orígenes, por lo que no dispone de vivienda de farero.

Fue inaugurado en 1984, con instalación eléctrica y reserva de gas, una óptica doble de tambores dióptricos, y un alcance de 18 millas.

Su altura focal es de 124 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en un espléndido mirador sobre los altos acantilados que lo rodean.

Está unido con el pueblo de Cariño por una carretera de 3 km construida exclusivamente como acceso al faro

El cabo Ortegal marca la línea divisoria entre el Océano Atlántico y el Mar Cantábrico. Desde el faro se puede distinguir la ruta que siguen los percebeiros para bajar por el acantilado para obtener el producto de su arriesgada y peligrosa faena. A la derecha del cabo se distingue la ría de Ortigueira. Frente al faro se distinguen los tres aguillóns, tres peñascos muy afilados donde los percebeiros arriesgan su vida para obtener su sustento.
A la derecha, al fondo, se distingue el cabo de Estaca de Bares, el punto más al norte de España.

Aunque normalmente se visita el Cabo Ortegal después de admirar los acantilados más altos de Europa desde miradores como Vixía Herbeira, el contemplar de nuevo el paisaje desde el nivel del mar no es de lejos menos gratificante. Las vistas desde el Cabo Ortegal, con los altísimos acantilados a la izquierda, la zona de playa y puertos a la derecha y las tres o cuatro rocas que dan paso al Oceáno de frente, son impresionantes.

Ortegal es la gran punta rocosa que cierra la ría de Ortigueira. El extremo noreste de la península ibérica y una de las zonas más bravías y solitarias de las Rías Altas gallegas. Las rocas que forman el cabo Ortegal tienen más de 1.100 de años de antigüedad y una compleja estructura (las más jóvenes están debajo de las más antiguas) lo que las han convertido en objetivo habitual de expertos y aficionados a la geología.

El pueblo más cercano es Cariño, capital del concello, un activo puerto con una importante flota pesquera y algunas factorías de pescado y salazón aún en activo, recuerdo de la potente industria conservera que tuvo la localidad desde que en el siglo XVIII empresarios catalanes abrieran la primera fábrica.