Bretagne
su corazón late al ritmo de las mareas
Brest se encuentra en una de las ensenadas más bonitas de Francia y parece estar latiendo constantemente al ritmo de las mareas.
Me resulta imposible hablar de Brest sin recordar su puerto comercial. Un paseo por el animadísimo muelle del Commandant-Malbert te dará una de las mejores imágenes de la ciudad. Desde aquí, el mar se decora de una forma muy especial: un centenar de boyas multicolores se divisane entre los faros y balizas de Finisterre, el Abeille-Flandres (uno de los remolcadores más potentes del mundo), los astilleros navales de madera y la mítica goleta La Recouvrance se te graban en el recuerdo para siempre.
El gran dique del puerto comercial conduce prácticamente a los pies del castillo y de su museo de la Marina. Y no te vayas de Brest sin visitar el Oceanópolis: un parque acuático que recrea los océanos del mundo (único en Europa), con enormes acuarios y focas. ¡Hasta podrás tocar algunas especies de la fauna marina!
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