Aunque Braga es la quinta ciudad más poblada de Portugal
Su espectacular casco histórico, salpicado de iglesias barrocas, palacios y museos, es pequeño, tranquilo e ideal para recorrerlo a pie. Braga fue en el Medioevo un poderoso centro eclesiástico. De allí que se la llame ‘Roma portuguesa’ y que su arquitectura religiosa sea asombrosa. La visita a su bella catedral es ineludible. No sólo el templo es impactante, sino que en su claustro funciona un museo interesantísimo.
Braga es fácil de descubrir. Más allá de la praça da República, eje de la estructura urbana de la ciudad, varias arcadas dan acceso desde la muralla al casco viejo. Una vez dentro, una calle empedrada y peatonal conecta los edificios más importantes.