Bodegas Franco-españolas

Fui con unas amigas a ver una bodega y nos sorprendió un montón, puesto que una bodega a cinco minutos del centro de la ciudad de Logroño, esconde una historia de más de 120 años, pero adecuada a los tiempos actuales. Recorrimos sus pasillos y rincones rodeados de barricas y de repente una sala con una reproducción de las meninas de Velázquez, donde la bodega se integraba en el cuadro y el cuadro en la bodega.
Después hicimos una cata comentada, donde además de aprender nociones básicas de cata nos divertimos un montón.
Además hacer visitas especiales en diferentes momentos del año.

Visitar la bodega, muy interesante y pase un rato muy instructivo pues me explicaron desde que se recoge la uva hasta que llega a la botella fue todo muy interesante.

Llegué a esta bodega con altas expectativas debido a los comentarios, craso error. Pagas ni más ni menos que 18 € para que te den una charla de una hora en un decorado de barricas de vino, ya que realmente donde se produce el vino, ni lo ves. Además debido a la humedad y el moho que existe, algo lógico en una bodega, mi pareja se sintió mal en cuanto bajamos abajo, de manera que se perdió totalmente la visita, incluida la cata, que cuando contratamos, nos dijeron que sería de 3 vinos y se redujo a dos por arte de magia. Pues bien, lo comento en recepción y como compensación por la pérdida de la visita, me compensan con una botella de vino de 4 €, es decir, la más barata que tenían.

Lo que mas me gusto fue ver millones de botellas apiladas y los grandes pasillos llenos de barriles de vino era inmenso.

Fue una experiencia fascinante volver al pasado, y no solo por la fabricación del vino sino la historia que lleva consigo esta bodega centenaria. Tratada y renovada con mucho gusto, manteniendo en sus muros el encanto del pasado. Explicaciones muy interesantes y mucha amabilidad. Cata de excelentes vinos y muy buenos precios. Recomiendo esta visita y la ubicación es inmejorable ya que puedes acceder andando desde el centro de Logroño por los dos puentes sobre el Ebro.

Las bodegas Franco-españolas están plagadas de historia, de cultura enológica y de encanto propio.
La experiencia ha sido muy grata y la visita ha sido muy completa con una buenísima explicación, con un ambiente excelente y la degustación muy bien preparada.
Sin duda alguna es una bodega que recomendaría a mis familiares y amigos en su visita a Logroño.
¡Felicidades y seguid así!
Un saludo,
Rocío RH

Bodegas franco españolas, la visita guiada a la bodega y cata de vinos una experiencia única.

Nada recomendable, trato pésimo. Soy de Logroño y la verdad que hay mejores bodegas, más económicas y con un trato más amable con tan solo moverte 5-10 minutos en coche. Mucho mejor por ejemplo Marqués de Riscal a tan solo 10 minutos en coche y bien conectado en autobús.

Bodega modelo de excelencia en oferta de su producto, marco excepcional para eventos y un servicio irreprochable desde su relaciones públicas hasta el aparcacoches.

Nos hizo la visita una guía maravillosa que no dudó en contestarnos a cada pregunta que se le hacía.

Una bodega en la ciudad que te hace sentir y experimentar lo guay que es vino. Madera, piedra, olor a vino, me gusta.

Las bodegas franco españolas se encuentran ubicadas en las inmediaciones de la ciudad riojana de Logroño.
Su emplazamiento se da sobre un tradicional edificio histórico cuya construcción tomó lugar durante el año 1890.
Para su remodelación se tomaron en cuenta los materiales originales con los que había sido construido.