Esta bodega-restaurante se encuentra a...
Esta bodega-restaurante se encuentra a las afueras de Valencia de Don Juan, por la parte baja de la Urbanización Valjunco, en la Carretera que va a Palanquinos. Dado que esta comarca (los Oteros) es eminentemente productora de vinos, en la zona hay muchas bodegas excavadas en la roca, como es el caso de este restaurante. Por ello está todo decorado en plan muy rústico, con paredes de piedra vista, mucha madera, objetos cerámicos... Y seguro que llaman la atención las alusiones al mar. Esto es porque los dueños son asturianos, e incluso tienen vivero de mariscos.
Es un restaurante muy grande, con una amplia zona de barra y tres comedores, así como una tienda donde venden mariscos y productos típicos. La carta es muy amplia, y podemos comer en plan raciones de picoteo como de plato o de menú, (incluso en fin de semana). He ido en varias ocasiones, y la verdad, a cual mejor. Lo que hay que tener en cuenta es que las raciones son verdaderamente descomunales (para cuatro personas, con pedir un solo entrante y luego un segundo plato cada uno, es suficiente). La comida es sencilla y tradicional, siendo al especialidad de la casa el lacón y las mariscadas; también se puede pedir las setas a la plancha, chuletón de ternera, paellas de marisco (por encargo), puerros a la plancha, pimientos de Fresno (un pueblo cercano célebre por sus pimientos), etc.
Tiene mucha afluencia, así que conviene reservar. La relación calidad-precio, excelente: El menú son 12€ (fin de semana 18€), y a la carta puede salir por unos 20€. Pero seguro que sobrará comida y no tienen ningún reparo en preparártela para llevar. Ah! El café es de puchero.


