Betancuria

Este precioso municipio fue de las primeras capitales de Canarias. Me encantó la calma y la tranquilidad que se respiran, así como el resultado de las restauraciones de las casa e iglesias.

La verdad es que es impresionante ver aparecer el pueblo casi en medio de la nada, dentro de un pequeño valle. Quizá lo que más me gustó fue los restos del convento y la iglesia. Eché de menos un lugar donde descansar y tomar algo. De cualquier modo, creo que es una visita que no debemos dejar de hacer.

En la costa oeste de la isla de Fuerteventura descubro la pequeña localidad de Betancuria, que presidida por su iglesia catedral, fue hasta el año 1834 la antigua capital de la isla. Su nombre se debe al fundador de origen francés Bethencourt que ya en el siglo XV la convierte en el centro político, administrativo y religioso de la isla. La iglesia - catedral de Santa María de Betancuria, que aparece en las fotografías, es su monumento más importante. El campanario y las columnas conservan algunos restos de su primitiva construcción de estilo gótico- normando. Es muy interesante la visita al museo de arte Sacro y al museo Arqueológico ambos con colecciones de gran valor histórico. El municipio más pequeño de la isla con apenas unos 800 habitantes no deja indiferente al viajero que descubre el turismo de interior de esta bonita isla.

Dicen de este pueblo que fue capital de Fuerteventura que es uno de los más bonitos de España. Y no es de extrañar. Su ubicación en una de las pocas zonas verdes de la isla, sus cuidadas calles y jardines, sus edificios de un blanco deslumbrante convierten a Betancuria en un lugar de visita obligada en esta isla canaria. Puede parecer un poco "decorado" pues en sus calles no se ven otras personas que no san visitantes y los pocos negocios abiertos están dedicados al turismo. En cualquier caso,

Ideal para desconectar y relajarte.

Parece sacado d un cuento, hay q visitarlo si o si.

EXPERIENCIA MUY BONITA VISITAMOS EL PUEBLO CON MUSICA DE GUITARRA,ESCELENTE!!!

Betancuria fue la primera capital de la isla de Fuerteventura y cuenta con valiosos restos de aquella época. En uno de sus caserones se ha instalado el museo de la ciudad, con piezas guanches y de los tiempos de la conquista. Su iglesia fue catedral en el s. XV y, tras ser destruida por los piratas y reconstruida de nuevo, conserva algunos elementos originales, como el artesonado en la sacristía. A las afueras están las ruinas de lo que fuera un importante convento fraciscano. Cerca también está el magnífico parque natural de Betancuria que se extiende por los valles que rodean la ciudad.

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