Beguinague

Algunos lugares son tan hermosos que uno no tiene otra opción que callarse y contemplar en silencio.

Los "Begijnhof" (Beguinajes) son este tipo de lugares, y el de Brujas en especial. Su nombre completo es "Prinselijk Begijnhof Ten Wijngaarde" y fue fundado en 1245.

Actualmente, ya no está habitado por beatas sino por monjas benedictinas. Aún así, todavía se puede visitar la casita del convento y ver como se desarrollaba la vida cotidiana de las beatas de entonces.

La tranquilidad que se respira en su jardín interior de paredes blanqueadas es tal que acaba por dejarte sin palabras, así que tómense su tiempo ya que se trata de un sitio para disfrutar con calma.

Es una zona de casitas bajas blancas, rodeadas de jardín. Fue fundado por la condesa Margarita de Constantinopla para albergar el Begijns, eran beatas o también mujeres viudas o solteras que vivían como si fueran monjas, se ganaban la vida bordando encajes o cuidando enfermos. Desde el año 1937, la mayoría de estas casas del siglo XVII se han utilizado como hogar de las monjas benedictinas del monasterio de De Wijngaard, una pequeña iglesia gótica que está dentro del recinto. En una de las casas hay un museo con la historia y tradiciones de estas beatas. El patio está abierto, y la entrada es gratuíta,

Las Beguinas eran mujeres que pertenecian a esta asociación, fundada en el siglo XIII, con el objeto de llevar una vida casi monástica de ayuda a los pobres y desfavorecidos, vivian en recintos cerrados, con su propia Iglesia, enfermeria y servicios, y un bonito jardín central, que en la época de floración de los narcisos es un espectáculo.

Se le conoce como Beguinajes a aquellas mujeres que dedicaron su vida Dios, sin que por ello se tuvieran que retirar del mundo, estas agrupaciones se fundaron en el siglo XIII y se adjuntaron a comunidades, su finalidad era la de ayudar a satisfacer las necesidades espirituales y materiales de la comunidad, enfocándose también en la defensa de los desvalidos y de los enfermos. Estas mujeres mantenían votos de castidad y de obediencia, pero siempre podían abandonar el lugar y casarse. Cada comunidad de beguinas se organizaba a su manera sin un a regla general, pero siguiendo ciertos preceptos.

En brujas donde caminas y donde te giras, te quedas encantada.

Yo aconsejo de caminar y perderse por la ciudad pues cada ángulo es maravilloso es como un cuento de hadas.

Un lugar recomendado para su visita pero si tenéis falta de tiempo os lo podéis saltar

Al estar ahí sentí que volvía a ser niña en un cuento de hadas medievales