Baptisterio de San Juan

El conocido Baptisterio de San Juan, al que nadie que haya ido a Florencia ha dejado de admirar, especialmente por la belleza de sus puertas de bronce, especialmente La Porta del Paradiso ( Puerta del Paraíso), es un edificio religioso, que se cree es el más antiguo de la ciudad.
Se encuentra en la Piazza del Duomo, al oeste de la catedral Santa María dei Fiore, y los mármoles de su exterior armonizan con los colores y esplendor de los de la iglesia y los de su campanario adjunto.
Su forma octogonal, simbolizan los ocho días para la resurrección de Cristo.
Las puertas de bronce le llevaron al artista Ghiberti, 21 años para terminar de esculpir los 28 paneles que las componen.

El Baptisterio de San Juan es una verdadera obra maestra, tanto que hasta nos pareció mucho más bonito que la propia catedral. En contraste con el austero Baptisterio de Pisa que visitamos el día anterior, el Baptisterio de Florencia es un museo auténtico en sí, desde su espectacular techo cubierto en un mosaico bizantino dorado hasta las famosas Puertas del Paraíso y sus exquisitos mosaicos de mármol en el suelo.

Lo que más llamó mi atención, de lejos, fue el mosaico en el techo. Es difícil creer que fuera creado en el siglo XIII y todavía esté tan lleno de color y brillo. El nivel de detalle es asombroso - literalmente podría pasar horas admirándolo.

Cuando fui a Florencia el baptisterio estaba en obra por lo cual su fachada original no se podía visualizar.

El Baptisterio de Battistero di San Giovanni se sitúa en la Piazza del Duomo, justo enfrente de la Catedral. Aunque es pequeño, tiene un encanto especial debido a sus orígenes, ya que es el edificio más antiguo de la ciudad. Sus orígenes datan del 4 o 5 DC, situando su emplazamiento en las ruinas de un templo dedicado a Marte. Fue reconocida como basílica menor en 897 y como Baptisterio en 1128, y acogió el bautismo de los católicos florentinos.

En uno de mis primeros viajes del que estoy segura, será uno de los mejores años de mi vida, mi experiencia Erasmus me ha permitido cerciorarme de que mi pasión por Florencia no es de esas que se añaden a una lista y sirven para hacer bulto sin más y hacer creer a la gente que eres persona de mundo... No, no. Todo esto es mucho más natural y menos retorcido. Solo sé que un día tuve la suerte de abrir un libro de arte y que alguien (admirable Mónica) despertase en mi ese cosquilleo difícil de explicar que produce el observar una auténtica obra de arte, y eso es lo que sentí esta vez, al toparme por segunda vez con esta ciudad.

Planta octagonal de mármol blanco y verde. En el centro de la cúpula están los frescos de las jerarquías de los ángeles. Las puertas son labradas con episodios de la vida de San Juan Bautista y las virtudes cristianas. La puerta del Paraíso contiene representaciones del antiguo testamento.

Es un poco caro entrar, pero si quiere saber más de la historia de la ciudad es un imprescindible.