Éxtasis iconográfico sobre piedra policromada
La Basílica de San Vicente es, sin lugar a dudas, uno de los más notables exponentes del románico y gótico castellanos tanto en el ámbito arquitectónico como en el plano escultórico.
A una rica y delicada fachada, cuya autoría ha sido atribuida al maestro francés Giral Fruchel, hemos de añadir un suntuoso interior en el que destaca sobremanera el Cenotafio de los Hermanos Mártires, monumento funerario erigido en la segunda mitad del siglo XII en memoria de los santos Vicente, Sabina y Cristeta.
El cenotafio tiene forma de arca rectangular con tejado a dos aguas y está situado en el crucero de la basílica. Realizado en piedra policromada constituye uno de los ejemplos más sobresalientes de la escultura románica en España. Su excelente estado de conservación nos permite apreciar la singular maestría de los artesanos que ejecutaron esta magna obra y en sus relieves de variada iconografía descubriremos, entre otras, la historia de los Reyes Magos y el martirio sufrido por los tres hermanos.