Venecia, en frasco pequeño
Venecia es de esos rincones del mundo donde no me importó perderme. Esas callecitas entre los canales dan la sensación de estar en un laberinto. Ni que decir tiene que su ramilletes de posibilidades es realmente grande, desde cualquier tipo de visitante.
Nada más llegar, tras un paseito te encuentras con La Basílica de San Marcos y su inmensa plaza con el mismo nombre que es un deleite para la vista. La Basílica tiene origen Bizantino y su interior es realmente bonito, con una planta en forma de cruz.
Como decía antes Venecia es como las esencias, se sirve en frasco pequeño.