Declarado Patrimonio de la Humanidad,...
Declarado Patrimonio de la Humanidad, junto con Dalt Vila (fortaleza costera mejor conservada del Mediterráneo), este barrio situado fuera de la muralla, pegado al puerto, formado por calles estrechas y sinuosas con casas de color blanco, nos ofrece hoy en día numerosas tiendas de moda y artesanía, bares, restaurantes, galerías de arte y algunos pequeños hoteles, de los que disfrutar paseando entre sus callejuelas.
En verano, la zona se transforma en un hervidero de viajeros, artistas callejeros y curiosos, un lugar de tránsito y de encuentro, a donde llegan los cruceros y donde conviven las tradiciones ibicencas con el ambiente más cosmopolita. En invierno la actividad comercial se mantiene, pero la vida transcurre de forma plácida y tranquila.