Rompiendo mitos
Por fin, después de varias visitas a Nueva York, conseguí sacarme una espinita clavada: visitar el barrio de Harlem.
Atraída por la tradicional misa gospel y retraída por la fama de barrio inseguro, la combinación de ambas fuerzas resultó en una visita de medio día de lo más variada e interesante.
No sólo recorrí sus calles principales descubriendo su arquitectura única y sintiéndome perfectamente segura, sino que me emocioné con la ceremonia y me puse las botas en un restaurante de comida tradicional de la zona, el Amy Ruth's.