Un barrio con alma de pueblo
La esencia marinera de Getxo, el Puerto Viejo, calles encaladas que recuerdan a pequeñas villas mediterráneos, casas con ventanas de colores, calles empiandas. Todo, todo en este barrio hace pensar que nos encontramos en un lugar diferente de Getxo. Hay un tipismo diferente, se nota una mayor humildad. Bares, tabernas, ropa tendida, olor a mar, personas en corrillo hablando, madres llamando a sus hijos y rincones de postal.
He decicido recorrer el barrio de Algorta empezando desde la zona más alta. Despúes del largo paseo por Andra Mari y por las Arenas, mis piernas han decidido por mayoría absouta no subir por las empinadas calles del Puerto Viejo, sino caminar tranquilamente mientras desciendo hasta el muelle, enfilando la Cuesta de Aretxondo desde la Plaza de San Nicolás, ruta que recomiendo!.
Un curioso lugar de contrastes que me ha recordado a otro pueblo de la costa vizcaína que he visitado recientemente: Elantxobe. Y en un precioso mirador las esculturas de un hombre y una mujer que nos hablan de las artes marineras tradicionales de por aquí, antes de que la industria invadiera al Abra y alredores, comiéndose ferozmente las tradiciones de esta zona bilbaína.
Interesante lugar para perderse, para tapear, para tomar unos pintxos, para disfrutar de las vistas. Vaya con Getxo, menuda sorpresa!
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