Un bar de los de toda la vida con sorpresa
"El Patillas", como lo conocen 3 generaciones de burgaleses es un bar que no te esperas encontrar en una capital castellana. Es el sitio de reunión de los flamencos y los tangueros de la ciudad, donde se reúnen con su guitarra cualquier día a cantar cuatro amigos y se forma una fiesta con que uno se arranque con un cante. Diría más: es el corazón de la bohemia burgalesa.
El bar se llama así por las patillas de su dueño, que a su vez hace honor a las de su padre. Recuerdo cuando niña haberlos visto juntos detrás de la barra (el bar tendrá más de 50 años fácilmente) pero ahora ya solo lo regenta el hijo.